En nuestro Centro de Idiomas puedes estudiar inglés, francés, italiano y alemán. 🌍

LAS 10 PINTURAS MÁS DESTACADAS DEL MUNDO OCCIDENTAL

LAS 10 PINTURAS MÁS DESTACADAS DEL MUNDO OCCIDENTAL

El gran aporte que le ha hecho al arte al mundo occidental es innegable, ésto ha llegado de la mano de artistas y obras que hoy en día se reconocen como parte fundamental de la historia del arte. Estas son las 10 obras más relevantes del mundo occidental:

LA GIOCONDA (LEONARDO DA VINCI)

Es la obra más famosa del artista italiano. También se le conoce con el nombre de “La Mona Lisa”. Fue pintada entre 1503 y 1519. La obra ha sido catalogada como la pintura más reputada del mundo. La enigmática, pero extraña sonrisa del personaje ha sido objeto de estudio a través de los años. La obra se conserva en el Museo de Louvre en París, Francia.

EL NACIMIENTO DE VENUS (SANDRO BOTTICELLI)

La pintura más destacada de este artista italiano, data de la época del renacimiento. La obra representa el nacimiento de la diosa Venus, que en la mitología romana representaba al amor, la belleza y la fertilidad. La pintura permanece en la Galería Uffizi en Florencia, Italia.

TAMBIÉN PUEDE LEER: 7 PUEBLOS PARA VISITAR EN FRANCIA

LA NOCHE ESTRELLADA (VINCENT VAN GOGH)

Es una de las obras más reconocidas del artista neerlandés, que curiosamente solo vendió una pintura a lo largo de su carrera artística. Para crear esta pintura, el artista se inspiró en la vista de la ventana de su habitación del asilo Saint Paul de Mausole donde fue internado por problemas mentales. Hoy en día la pintura hace parte de la colección del Museo de Arte Moderno de Nueva York.

LA LIBERTAD GUIANDO AL PUEBLO (EUGÈNE DELACROIX)

La pintura más significativa del pueblo francés fue pintada en 1830, inspirada en la Revolución de Julio de 1830 o las Tres Gloriosas Jornadas Revolucionarias, donde el pueblo salió a protestar en contra de la monarquía y la violación de sus derechos. Actualmente la obra se conserva en Museo de Louvre en París.

LA CREACIÓN DE ADÁN (MIGUEL ÁNGEL)

También conocida como “La creación del hombre”, esta pieza artística es una de las obras más relevantes de lo que al arte religioso concierne. La obra ilustra el episodio bíblico del génesis donde Dios le da vida al primer hombre en el mundo: Adán. Dicha obra es un fresco en el techo de la Capilla Sixtina, ubicada en la Ciudad del Vaticano en Roma.

LA JOVEN DE LA PERLA (JOHANNES VERMEER)

También conocida como “La Mona Lisa Holandesa”, es la pintura más reconocida de Vermee. El punto de enfoque de dicha pintura es el arete de perla de la figura, cuya identidad se desconoce. La obra se expone en el museo Mauritshuis, en La Haya.

TAMBIÉN PUEDE LEER: LAS BIBLIOTECAS MÁS GRANDES DEL MUNDO

LAS MENINAS (DIEGO VELÁSQUEZ)

Este cuadro, hecho en 1656, también conocido como «la familia de Felipe IV», fue la obra más célebre de Velásquez. La pintura representa una escena de la cotidianidad de la familia real en la época del reinado de Felipe IV en España. La pintura se conserva en el Museo del Prado en Madrid, España.

EL HIJO DEL HOMBRE (RENE MAGRITTE)

Es la obra más destacada del pintor surrealista de nacionalidad belga. Fue hecha en el año 1664. El autorretrato se caracteriza por la particular manzana verde que oculta el rostro de Magritte, convirtiendo la obra en objeto de estudio por su misterio y la llamativa forma de Rene Margritte de ocultar su rostro. En la actualidad, la obra pertenece al Museo Magritte en Bruselas, Bélgica.

LA PERSISTENCIA DE LA MEMORIA (SALVADOR DALÍ)

Este conocido cuadro del pintor español también se le conoce como “Los relojes blandos» o «relojes derretidos”. Para esta pintura, Dalí se inspiró en la forma derretida del queso camembert. Según los expertos, la pintura es un rechazo del tiempo como influencia sólida y determinista. La obra fue hecha en el año de 1913 y se conserva en el Museo de Arte Moderno de Nueva York.

EL GRITO (EDVARN MUNCH)

Esta inquietante pintura del artista noruego fue pintada en 1893, y la explicación del propio artista al cuadro es la siguiente: «Estaba enfermo y cansado, y me quedé mirando el fiordo. El sol estaba poniéndose, las nubes estaban teñidas de rojo, como la sangre, y de pronto sentí como si un chillido atravesara la naturaleza; creí oír un alarido, pinté esa imagen, pinté las nubes como sangre de verdad. Los colores estaban chillando…»