Es común que en las academias de idiomas o en la vida cotidiana solo hablemos en la lengua que estamos aprendiendo cuando el profesor o alguien nos realiza una pregunta, de resto nos genera pánico la primera interacción en otro idioma. Es común que le temamos al error, nos sentimos faltos de confianza, pensamos que necesitamos más vocabulario para poder expresar un mensaje claro y sentimos vergüenza con nuestra pronunciación y nuestra forma de hablar el idioma.
Si le ha sucedido algo similar y se ha dejado inundar por el pánico porque siente que será juzgado, le traemos una guía para superar los nervios a la hora de hablar otro idioma.
- Ama tu forma de hablar el idioma
¿Sientes que es difícil expresar tus ideas en otro idioma? El primer paso para esto es entender a la persona con la que estás hablando. Para empezar, no tienes que comprender el significado de cada palabra sino el mensaje global que te quieren expresar. Puedes iniciar aprendiendo algunas expresiones sencillas y de uso cotidiano. Además, evita concentrarte en un principio a pensar en que debes tener una pronunciación perfecta, el aprendizaje de una nueva lengua se da a través de la costumbre y la disciplina, por lo que con el tiempo y la práctica tu pronunciación mejorará y tu dependencia del español disminuirá.
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- Comprender que no saber un idioma no es tu culpa
El mayor sentimiento ante la incapacidad de comunicarnos en otra lengua es sentir culpa porque no la aprendimos en algún momento. Es cierto que el inglés y tener dominio de otras lenguas es importante hoy en día ante un mundo globalizado, sin embargo, debes entender que no saberlo hablar no es tu culpa.
Si por ejemplo naciste en Colombia, lo más seguro es que tu infancia haya transcurrido viendo caricaturas en español, leyendo libros en este idioma y escuchando la radio local. Nuestros amigos o familiares no se comunicaban con nosotros en inglés, por lo que no habíamos tenido ningún contacto con esta lengua.
Sin embargo, al saber que no es nuestra culpa no saber un idioma, debemos entender que es nuestra responsabilidad disfrutarlo para luego mejorarlo.
- Pregúntate qué edad tiene tu inglés
Dominar un segundo idioma requiere tiempo y práctica. A veces queremos usar una lengua a la perfección en pocos meses y, si nuestro plan falla, abandonamos nuestro objetivo. Para ello debemos preguntarnos qué edad tiene nuestro inglés e irlo mejorando progresivamente.
Si ponemos el caso de un niño de 3 años en un país de habla hispana, muy seguramente no hable un español perfecto, no tenga el dominio de todo un vocabulario ni comprenda todo lo que escucha, porque su cerebro está recibiendo una información completamente nueva y necesita tiempo para procesarla.
Lo mismo ocurre con aquellos valientes que están aprendiendo un segundo idioma en una academia o autónomamente. Ante esto, si tienes un inglés joven debes valorarlo, hay que evitar pensar que es malo o incorrecto y hay que buscar alternativas para hacerlo divertido y entretenido.
- Sé constante
Debes comprender que la disciplina es vital. Practicar en pequeñas dosis es un gran avance. Existen apps que sirven para practicar tu inglés cotidianamente y no necesitas invertir grandes sesiones de tiempo. La clave se encuentra en convertirlo en una costumbre y no dejarlo guardado en un cajón durante un gran periodo de tiempo.
Para ello lo mejor es vivirlo como un hábito divertido y práctico.
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- No hay aprendizaje si no hay errores
Los estudiantes tienen miedo a los errores, les genera pánico y optan por el silencio; sin embargo, deben entender que la academia es un lugar donde los errores se van reduciendo a medida que se va mejorando en la materia. Es importante que veas el tremendo potencial que puedes alcanzar con la disciplina. La constancia y el trabajo diario harán que los errores que has cometido al hablar se reduzcan en el tiempo.
