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UN AMERICANO, POR FAVOR

Que si es o no bueno el café. El debate sigue y seguirá por mucho tiempo abierto, lo que sí es una certeza es que muchos lo tomamos como receta para mantenernos despiertos y comenzar con mejor energía el día.

Algunos han aseverado que en términos generales, el café aumenta el grado de concentración y atención mental, evita esa somnolencia matinal que se genera en las horas de la tarde, aquella que nos va dando después del almuerzo, e incluso, mejora el nivel de memoria.

Sin duda todos, o al menos la mayoría, en algún momento hemos acudido a una taza de café luego de haber pasado una larga noche en vela por culpa de algún trabajo de la universidad, un informe de clase, o porque debíamos estudiar para algún examen,  de inglés, por poner un ejemplo.

Pero si eres de los que aún no le encuentra gracia al café por verlo como una bebida demasiado concentrada y amarga, te recomendamos comenzar en el mundo del café con un “americano”.

¿QUÉ ES UN CAFÉ AMERICANO?

Un café americano es, en palabras simples, un café suave. Esta suavidad se logra debido a la gran cantidad de agua que se utiliza para su preparación. Al verter agua hace que el café pierda cuerpo y consistencia haciendo que sea más ligero.

Lo que caracteriza al café americano es que, a diferencia del espresso,  se sirve en una taza grande.

¿POR QUÉ “AMERICANO”?

Luego de la independencia de los Estados Unidos de los británicos, sus ciudadanos, con el afán de desprenderse de las tradiciones británicas, decidieron cambiar el té por el café, y lo adoptaron como bebida nacional. Lo servían en tazas grandes y con bastante azúcar.

Se dice que durante la Segunda Guerra Mundial, las tropas estadounidenses asentadas en territorio italiano muchas veces no podían ingerir licor. Entonces optaban por consumir café, pero el café que recibían era diferente, el popular espresso.

Al ser el espresso un café tan fuerte para sus paladares, vertían agua caliente a este para lograr una bebida más parecida a la que estaban acostumbrados a beber en su país. De ahí el origen del nombre “café americano”.

¿CÓMO SE PREPARA?

Si luego de todo lo que te hemos contado se te antoja probar un Americano, y tenerlo en cuenta por si te desvelas sin razón, o por culpa de un examen o informe importante, ten en cuenta lo siguiente para su preparación:

Una taza entre 10 y 12 onzas. En esta vas a preparar primero un café bien concentrado, que cubra la mitad de la taza, luego vas a agregar agua caliente, con el fin de terminar de llenar la otra mitad de la taza. Finalmente adicionas azúcar al gusto.

¡Ya puedes disfrutar en un “café americano”!

UN AMERICANO ANTES DE CLASE

Ya que sabes que el café aumenta los niveles de concentración, te mantiene despierto durante el día, y no quieres un café amargo y concentrado. Tienes la opción del “americano” para estar con toda la atención disponible en tus actividades en ciudades como Medellín.