En un lugar montado en una colina a 750 metros de altitud y que dista unos kilómetros del mar mediterráneo por el oriente, es donde los aromas son más agradables y placenteros. Grasse es una ciudad que alberga la fama de ser la capital mundial del perfume gracias a la histórica cosecha de flores, en especial de nardos, rosas y jazmines.
La ciudad de Grasse es un territorio que hizo su aparición en la Edad Media de la historia mundial. Desde el siglo XII hasta hoy tiene la particularidad de conservar la arquitectura que, actualmente hace parte del patrimonio nacional. Fue en ese período en que desarrolló la industria perfumera favorecido por el clima y el vasto cultivo de flores.
Con la aparición de la tecnificación y el surgimiento de las máquinas en la llamada Revolución Industrial, el proceso fino de fabricación del perfume tuvo lugar. Las máquinas dieron nuevas formas de extracción y con ello el crecimiento y la fama de la ciudad como potencia comercial.
La ciudad, además de basar su economía en la producción de perfumes, también ha desarrollado una sólida dinámica del turismo. Miles de franceses y extranjeros son convocados en distintas épocas del año para percibir las fragancias más exquisitas de la tierra.
Gracias a la temperatura cálida y la humedad que llega del Mediterráneo, es un ambiente adecuado para el cultivo de las flores. Esto a pesar de que flores como el jazmín no son originarias de los suelos de Grasse, sino que llegaron de la India. Pero es tan importante esta flor que en agosto de todos los años los habitantes celebran la Fiesta del Jazmín.
Pero el honor a las flores y a la perfumería va más allá. Grasse posee la invaluable fortuna de ubicar el Museo Internacional de la Perfumería. Patrimonio que conserva todo tipo de plantas para hacer perfume, así como estructuras de antaño donde se producían fragancias.
Por otro lado, importantes marcas de perfumes de todo el mundo encuentran hoy en día en Grasse la materia prima para su producción. O si bien, la clave para cultivar plantas de similar calidad en otras geografías y replicar métodos de producción.
Como dato curioso tenemos que la película “El Perfume”, cinta dirigida por Tom Tykwer, fue rodada en la ciudad. Fue el escenario perfecto para suscitar imágenes de los siglos pasados por la impresionante conservación de los espacios. Ir a Grasse, dicen algunos, es como tener la experiencia de vivir en la Edad Media.
LOS CURSOS DE FRANCÉS EN MEDELLÍN, UNA FRAGANCIA PARA LA MENTE
Estudiar francés es otra cosa. Hay cierta música en las palabras que se articulan y dan una sensación dulce y tierna. Lo que más llama la atención del francés es la curiosidad que suscita por ser la lengua materna de importantes referentes que aportaron arte, literatura, filosofía y ciencia al mundo.
Es una lengua de intelectuales y para los amantes del conocimiento. Por eso está descrita como una fragancia para la mente. Es tan importante el francés en términos diplomáticos que es uno de los idiomas que reconoce la ONU para las tareas de concertación internacional.
Está dicho, el francés es un aroma que se alcanza a percibir con las palabras. Y ciudades como Grasse motivan aún más a aprender la lengua.
Antes que nada hay que darse una vuelta por los cursos de francés en Medellín y elegir uno al gusto, como quien selecciona una fragancia en el mercado.
Gracias por leer esta entrada del Blog del Centro de Idiomas Blendex.
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