La entrada del nuevo milenio, año 2000, marcó para el séptimo arte un proceso digital, no obstante, también fue la plataforma de impulso para revivir muchos géneros cinematográficos, uno de ellos, la comedia para adultos.
Dentro de este formato nació la saga consumida por millones de jóvenes en todo el mundo durante doce años. American Pie es la película cuya narrativa está basada en la vida loca de cuatro jóvenes que pasan diversas situaciones en diversas etapas. Ellas van desde la época juvenil y de estudios hasta el tiempo de adultez.
RECORRIDO MUNDIAL
Esta saga, cuyo idioma original es el inglés, fue proyectada y categorizada por edades para su proyección en 13 países aproximadamente. Igualmente fue pensada para gente adulta. Pero sorpresa fue saber que se había vuelto un ícono para los adolescentes de esas épocas.
En Estados Unidos estuvo a unos pasos de ser no autorizada para menores de 17 años, lo que hubiera significado, para la producción, recaudar menos dinero, audiencia y seguidores. Otras de las ventajas para ser querida por miles de personas, fue su traducción del idioma inglés a otros como el español.
¿CÓMO SONABA AMERICAN PIE?
American Pie puede asociarse con una canción de folk rock compuesta y cantada por Don McLean, que habla sobre el día que la música murió. Este nombre inspiró a más bandas de rock en los años ochenta, noventas y del nuevo milenio. Entre los influenciados está Blink 182, Linkin Park, Sum 41, Green Day, Sugar Ray, Shades Apart, entre muchas otras.
Es claro que fueron bastantes las bandas que hicieron parte de esta saga, pero no solo estaban en presencia sonora, por ejemplo, la banda Blink 182 hizo parte activa de una escena.
REALMENTE FUE COMEDIA
Que tal si juntamos el género comedia, es decir, el humor, con un tema de interés general: el amor y todas sus implicaciones. Esto fue lo que hizo Paul y Chris Weitz, directores de American Pie 1, dos chispas que impactaron a toda una generación.
Para lograr que fuera igual de gracioso, su elenco no podía quedarse corto con esto. Actores como Seann William Scott y Eugene Levy le impregnaron, en muchas ocasiones, su toque propio generando diálogos improvisados que provocan en sus compañeros reacciones genuinas, lo cual le daba esa relevancia cómica a la película.
Otro factor fue el guión, que tuvo que ser bastante creativo en cada una de las producciones. Una de sus características fue que cada película concluía, es decir, no dejaba un final abierto en espera de una segunda parte. A pesar de que algunos actores no estudiaban ni se aprendían el guión al pie de la letra, su talento innato de actuación los salvaba de perder el rodaje de una escena por completo.
Muchas fueron las risas que ésta película provocó en las generaciones, y más allá de sus numerosos recaudos en dinero, las escenas quedaron en la memoria de una generación que, en algún momento, pudo sentirse identificado con uno de sus personajes, o bien solo pudo reír con un par de amigos más. En Colombia y en ciudades como Medellín los canales tradicionales proyectaron en su momento esta saga.