¿Estás buscando aprender nuevos idiomas y se te dificulta mucho el aprendizaje? Acá te enseñaremos nuevas metodologías de estudio que han surgido tras varios experimentos científicos y en los que se demuestra que factores como la sorpresa, la motivación o la novedad son indispensables para potenciar el conocimiento.
De acuerdo con estudios de la Universidad del Centro Médico de Georgetown, el cerebro cuenta con una región llamada: “zona de forma visual de la palabra”, en la cual las neuronas ayudan a fotografiar las palabras y crean una imagen que se denomina diccionario visual.
De esta manera, según los neurocientíficos, este método debería convertirse en uno de los pilares de la educación infantil para que los niños aprendan nuevas palabras. Mediante la representación gráfica o visual de un término, los infantes pueden ampliar su vocabulario a medida que avanzan sus estudios.
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Por otra parte, se habla de la plasticidad cerebral, donde el cerebro puede aprender nuevas palabras en cualquier idioma mediante el sistema de sonido, que es el método habitual para aprender a leer y donde, durante la lectura en voz alta, el cerebro comienza a procesar nuevos vocablos.
Así mismo, para aprender a usar la palabra en el contexto adecuado es necesario escuchar el término entre 20 o 30 veces para que tenga el sentido correcto en las múltiples estructuras en las que puede ser usado.
Con los estudiantes que están en la academia aprendiendo un segundo idioma, el cerebro tiene la capacidad de aprender 200 palabras por semana. Algunas de esas unidades de vocabulario las aprenderán, pero no podemos estar seguros si las recordarán debido a que, al aprender en un contexto de clase magistral, la actividad neuronal es similar a la que se tiene cuando se está viendo televisión.
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Sin embargo, de acuerdo con el Instituto Tecnológico de Massachusetts, uno de los pasos más importantes del cerebro para aprender nuevas palabras e idiomas es la emoción y la cognición, factores por los cuales ciertos momentos generan gran recordación en nuestras vidas y que están muy relacionadas con el diseño anatómico.
Es así como, de acuerdo con Catherine Snow, profesora de educación en Harvard, una de las metodologías más interesantes para que el cerebro aprenda nuevas palabras es: “primero mostrar una foto de un tema en el que los estudiantes estén interesados y luego pensar qué palabras realmente se necesitan para hablar sobre ese tema».
