Cada año se realiza en la capital antioqueña, un festival que reúne poetas provenientes de los cinco continentes. Sus poemas, canciones, versos y prosas, congregan multitudes para celebrar juntos las manifestaciones del espíritu.
Desde el año 1991 se viene realizando el Festival Internacional de Poesía de Medellín, evento que nace como respuesta a unos años de violencia, miedo y muerte. Su influencia posibilitó el desencadenamiento de nuevos símbolos, una dimensión más habitable y un imaginario colectivo poblado de las visiones que la sensibilidad poética despierta.
Lo que sucede en Medellín con la poesía, no sucede en ninguna otra parte del mundo. Ahora la capital de la montaña es referente cultural, y su festival ha ganado tal reconocimiento, que en el año 2006 recibió el Premio Nobel Alternativo (The Right Livelihood Award) por su aporte al desarrollo comunitario, a la creatividad y a la libre expresión.
El festival se realiza entre los meses de junio y julio, y tiene como lugares de encuentro, no sólo Medellín y demás municipios del Valle de Aburrá, sino también a varios municipios de Antioquia y se extiende a otras ciudades del país.
En su Vigésima sexta versión, el Festival rinde homenaje a la dulce Memoria de Eleusis y a la magna obra del francés Arthur Rimbaud, mediante exposiciones, obras de teatros, conversaciones con el público, lectura de poemas, exhibiciones de documentales, cursos, conferencias, paneles, y rituales.
La invitación que hace el Festival Internacional de Poesía de Medellín, es proponer la ciudad como espacio sagrado de congregación, para celebrar la existencia y conjurar la muerte. Es un espacio para todos, para grandes y chicos, para amantes de las letras y para curiosos.
Uno de sus atractivos, es la participación de poetas de todas las latitudes del planeta. Artistas y maestros que llegan cada año a la ciudad a compartir un mensaje para el espíritu. Esta es la oportunidad para compartir con ellos un poco de nuestra cultura, nuestras costumbres, nuestro pensamiento, y nuestro idioma. Es tradición que cada poeta recite su poema, sus versos, en su lengua nativa y luego la intente traducir al español.
Para quienes aprenden inglés en Medellín, el evento cultural es un espacio propicio para afinar su oído: deleitarse en los versos y practicar sus habilidades. Varios de los poetas tienen como segunda lengua el inglés, y en los conversatorios se puede compartir con ellos en la lengua de Dickens.
Se espera que en sus próximas versiones, el Festival siga contando con poetas de talla mundial, con artistas reconocidos que viene a compartir con los nuestros y con toda la comunidad en general. Cada vez se toman más espacios culturales en la ciudad y eventos como éste, van transformando nuestras referencias internacionales, y animando nuestro espíritu.
Existen muchas formas de protestar contra la violencia, la guerra, la muerte, el olvido; hace veintiséis años que Medellín viene congregándose para celebrar la existencia. El Festival Internacional de Poesía reaviva las fuerzas y el entusiasmo, para que la ciudad siga avanzando culturalmente.
