A lo largo de la historia, las barreras del lenguaje han marcado grandes hitos. En algunas ocasiones los traductores han logrado satisfactoriamente poner en contexto muchas expresiones. Sin embargo, otros no han sido tan afortunados en su misión, ocasionando remarcables discordias o confusiones que sólo se resolverían miles de años después.
Enumeramos a continuación algunos de los errores más icónicos que aún son objeto de discusión de los expertos:
LOS CUERNOS DE MOISÉS
El célebre artista Miguel Ángel se valió de la traducción de San Jerónimo para esculpir la obra ‘El Moisés’ a principios del siglo XVI. El intérprete, al encontrarse con la palabra hebrea ‘karan’ (radiante) erróneamente la confundió con ‘keren’ que significa ‘cornudo’.
Cuando el error de traducción fue advertido, todos los artistas de la época decidieron alterar sus obras para agregar rayos resplandecientes. Sin embargo, Miguel Ángel prefirió mantener su intención original. Esta pieza histórica puede ser encontrada hoy en la iglesia San Pietro in Vincoli de Roma.
EL CANAL DE LA MANCHA
Para detectar el error en este nombre, se debe estudiar las relaciones históricas entre los ingleses y los franceses. Éstos últimos nombraron el canal originalmente como “Le Manche”, que es un falso amigo de la expresión en español, pues en realidad traduce ‘manga’, lo cual coincide con la alegoría a la forma estrecha y larga del canal.
Cabe aclarar que los ingleses lo llaman ‘English Channel’ (Canal inglés) y en otros idiomas como el catalán, fue exitosamente traducido como ‘Canal de la Mànega’ (Canal de la Manga).
LA BOMBA ATÓMICA
En 1945 se intentó negociar la rendición del imperio japonés durante la Segunda Guerra Mundial. Ante el ultimátum, el primer ministro japonés, Kantaro Suzuki, usó la palabra ‘mokusatsu’ que equivale a “Sin comentarios. Seguimos pensándolo”, pero que también puede ser interpretado como “lo ignoramos y lo despreciamos”.
Es fácil adivinar por cuál referencia se inclinó el gobierno estadounidense, pues tan solo 10 días después lanzaron las bombas atómicas sobre Hiroshima y Nagasaki.
¡HAY VIDA EN MARTE!
El astrónomo Giovanni Virginio Schiaparelli comenzó a realizar un registro exhaustivo del planeta marte en 1877. Este asunto provocó toda una revolución intergaláctica cuando afirmó que Marte estaba cubierta por ‘canali’, pues su colega Percival Lowell construyó inmediatamente un observatorio espacial para identificar estos supuestos canales.
El error radica en que asoció la expresión italiana con las estructuras artificiales usadas para transportar agua, cuando en realidad sólo se refería a las montañas naturales similares a los cañones.
NEGOCIACIONES INTERNACIONALES
Muchos tratados diplomáticos han sido víctimas de las malas interpretaciones. Unos de los más remarcables fueron las conversaciones entre París y Washington en 1830. El revuelo se originó por el término francés ‘demander’, ya que los estadounidenses lo tradujeron como ‘exigir’ y los residentes de la Casa Blanca no aceptaron el tono mandatorio del mensaje.
Afortunadamente, el error fue aclarado al resaltar la intención de petición que respetuosamente quería hacer el gobierno francés, lo que permitió que corto tiempo después continuaran los diálogos entre ambas naciones.